
Tal vez uno de los propósitos más frecuentes para iniciar cada año es el de empezar a realizar una actividad física. Regularmente los excesos de la época de las fiestas es la principal motivación. Iniciar el año con retos de entrenamiento puede ser una buena forma de hacer del ejercicio físico parte de tu rutina, pero no es suficiente con dar el primer paso, es fundamental que tengas consistencia para que dos semanas después no abandones tu propósito.
¿Sabías que el 77 % de las personas mantiene sus propósitos de inicio de año solo por una semana? Muchas veces eso se debe a que no somos claros con lo que deseamos y no tenemos una estrategia clara para lograrlo, lo cual en poco tiempo puede desmotivarnos. Así mismo, el hecho de ver nuestros propósitos como una obligación y no como una elección también afecta nuestra motivación.
Si quieres trabajar para alcanzar tus propósitos y mantenerlos por el tiempo necesario, lo primero es definir claramente lo que quieres, es decir, en lugar de que tu propósito sea “bajar de peso”, podría ser “bajar cinco libras en tres meses”.
Así mismo, dar pequeños pasos hacia tu objetivo es mucho más productivo que pretender lograr lo que quieres en una o dos semanas. Cuando logras que esas pequeñas acciones se conviertan en hábitos, ya no necesitas preocuparte por forzarte a hacer las cosas, fluirán de una manera más libre y espontánea.