¿Alguna vez has escuchado hablar de la higiene mental? Este concepto se refiere a los hábitos y estrategias que conllevan a que una persona goce de buena salud mental y pueda estar en armonía con su entorno. Como ya sabemos, la salud mental es esencial para alcanzar un estado de bienestar general y, para mantenerlo, es importante erradicar de nuestra vida comportamientos negativos.
Hoy en día, la salud mental ha cobrado especial importancia. En la actualidad, millones de personas en el mundo, padecen algún problema de salud mental que afecta negativamente su calidad de vida y las cifras van en aumento.
Si bien el cuidado de la salud mental depende de las acciones que el individuo realice internamente para su bienestar, también abarca algunos aspectos del entorno y de su interacción con este. Hoy te invito a conocer más sobre este concepto y cómo puede transformar tu vida.
¿Cómo aplicar la higiene mental a tu vida? 8 pautas
Lograr el equilibrio emocional y el bienestar integral no siempre resulta sencillo, pero sí puede marcar la diferencia en la calidad de vida de las personas. Si bien cada persona tiene unas necesidades particulares, hoy comparto contigo algunas pautas de higiene mental que pueden ayudarte a avanzar hacia una vida plena.Evalúa tus expectativas
En algunas ocasiones, el dolor y las cargas emocionales que experimentamos no tiene su origen en que “no nos vaya bien en la vida” o “no contemos con suerte”, entre otros. Muchas frustraciones son el resultado de alimentar expectativas poco razonables.Elige objetivos realistas
Plantearnos objetivos realistas y enfocar nuestra atención en alcanzarlos conlleva a que tengamos una mayor motivación y a avanzar hacia el desarrollo personal.Cuida tus relaciones
En ocasiones nos empeñamos en mantener relaciones en las que no hay reciprocidad y solemos salir lastimados. Invertir mucho tiempo y esfuerzo en este tipo de relación es perjudicial. Identifica los vínculos en los que sí puedes hallar reciprocidad y cultívalos.Satisface tus necesidades básicas
Aunque no lo creas, necesidades básicas como una buena alimentación, un hogar, un descanso suficiente y reparador también son fundamentales para cuidar nuestra salud mental y garantizar el correcto funcionamiento del cuerpo.Refuerza la resiliencia
Aprender a tomar distancia de la perspectiva pesimista que solemos adoptar cuando enfrentamos situaciones retadoras y encontrar aprendizajes en ese tipo de situaciones nos permite reforzar nuestras capacidades y aprender a afrontar de una mejor manera la vida.Establece objetivos concretos
Los objetivos que nos fijamos nos mantienen motivados y con energía para seguir adelante. Tener objetivos claros y concretos no sólo nos ayuda a tener un buen estado de ánimo, también nos mantiene activos, potencia nuestra creatividad y nos permite trabajar para una buena gestión de nuestras emociones.Practica meditación o mindfulness
En medio del caos que nos rodea, siempre es importante tener espacios para el descanso o la relajación. Herramientas como la meditación o el mindfulness no sólo nos permiten retornar a la calma, sino también liberar nuestra mente.Presta atención a tus emociones
Identificar nuestras emociones, analizarlas y contrarrestar las emociones y pensamientos negativos que nos asalten es fundamental para tener una mejor higiene mental y refuerza la inteligencia emocional. No lo olvides, integrar a tu vida la higiene mental no es algo que pueda darse de un día para otro. Si avanzas al paso y con consistencia, sin duda, lograrás grandes cambios para mejorar tu vida. También te puede interesar: 7 hábitos que pueden ayudarte a cultivar el autocuidado emocionalToma el control de tu vida
Con frecuencia, todos solemos perder el control y, aunque tenemos algunas sensaciones que nos indican identificar que eso va a pasar, nos resulta muy difícil autorregularnos. Hoy quiero compartir contigo tres herramientas que te ayudarán en ese proceso.- Respirar. Existen diversas técnicas de respiración que pueden ser de ayuda.
- Bañarse con agua fría dos minutos. De este modo no sólo logras calmarte, sino que puedes renovar tu energía.
- Toma una pausa. Cuando identifiques que tu enojo es muy grande y que estás listo para atacar, evita hablar y mejor reflexiona.
