¿Qué es el ayuno intermitente?
Seguramente alguna vez has leído o escuchado algo sobre el ayuno intermitente, y es que durante los últimos años este método se ha convertido en uno de los más recomendados para las personas que necesitan rebajar algunos kilos de más, de una forma segura y saludable. El ayuno intermitente es un sistema de alimentación en el que dejas de comer por un período de tiempo que normalmente puede ser de 12 a 16 horas, todos los días. Esto quiere decir que en un día solo podrás comer alimentos sólidos durante un total de 8 horas. Por lo general, este tiempo equivale a eliminar una comida de las tres que solemos ingerir durante un día. Sin embargo, esto no quiere decir que durante el tiempo de ayuno no puedas ingerir absolutamente nada, ya que sí que puedes tomar alimentos líquidos como sopas, o incluso un té o una infusión.¿Cuáles son los beneficios del ayuno intermitente?
Además de ubicarse como una excelente forma de bajar de peso sin muchas restricciones, el ayuno intermitente también puede brindar a tu cuerpo una gran cantidad de beneficios que, sin duda alguna, serán positivos para tu salud. A continuación, te menciono 5 de los principales beneficios que podrás notar al practicar el ayuno intermitente:- Permite una limpieza completa del cuerpo: Sin nada que digerir y por lo tanto en reposo durante 16 horas, nuestro cuerpo aprovecha para purificarse de toxinas y células muertas, e incluso regenerarlas. De aquí que muchas personas recomiendan el ayuno para mantener una piel sana y joven.
- Acelera el metabolismo. A diferencia de lo que muchas personas creen, el ayuno intermitente ayuda a que el metabolismo se acelere, ya que al verse privado de alimentos durante mucho tiempo, nuestro cuerpo produce norepinefrina, una hormona del estrés que nos impulsa a actuar en busca de alimento. El cuerpo luego liberará nuestra grasa almacenada y la usará como energía para procesar los alimentos.
- Te llena de energía. ¿Alguna vez te has sentido con sueño o sin muchos ánimos luego de comer? Esto sucede porque la cantidad de energía que nuestro cuerpo gasta al intentar digerir los alimentos es bastante significativa. Por esta razón, al poner nuestro sistema digestivo en descanso por un largo período de tiempo, inevitablemente ganaremos mucha más energía.
- Impulsa tu bienestar interior. Al ser bueno para tu salud física, también lo es para tu salud mental. Al contribuir con la eliminación de todo tipo de desechos de tu cuerpo, el ayuno intermitente te ayudará a sentirte completamente satisfecho contigo mismo, incluso eliminando los síntomas del estrés.
- Ayuda a combatir ciertas enfermedades. A pesar de que los científicos todavía debaten sobre los beneficios del ayuno intermitente para ciertas enfermedades, varios estudios han demostrado resultados positivos de este método, en la recuperación de enfermedades como diabetes tipo 2, alzhéimer, cáncer, entre otros.
Tipos de ayuno intermitente
Si quieres empezar a practicar el ayuno intermitente en tu rutina de alimentación, es importante que sepas que hay diferentes tipos de ayuno. Te recomiendo que consultes con tu médico antes de empezar a hacerlo, para que este pueda evaluar qué tipo de ayuno es el ideal para tu estado de salud. Los principales tipos de ayuno intermitente son:- Ayuno 16/8. Este es el que te he venido mencionando en este artículo, y además el que personalmente practico desde hace unos 4 años. Consiste en comer durante 8 horas, para luego iniciar un ayuno que se prolonga por un total de 16 horas. Lo más común es saltarse el desayuno y que la primera comida del día sea el almuerzo, el cual normalmente se toma al mediodía, para luego no ingerir alimentos a partir de las 8 de la noche.
- Ayuno 5:2: En este caso se habla de un sistema de alimentación en el que se reduce el consumo de calorías durante dos días a la semana, a un máximo de 500-600 calorías al día, mientras que durante los otros cinco días se puede comer normalmente.
- Comer, parar, comer. En este último, los días de ayuno se alternan con los días en los que se puede comer con normalidad. Básicamente se trata de ayunar un día sí, un día no, con la diferencia de que en el día de ayuno no se pueden ingerir alimentos sólidos, sino líquidos y sin calorías.