¿Cómo sanar las heridas emocionales? 8 tips

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¿Cómo sanar las heridas emocionales? 8 tips
Las experiencias que vivimos y las relaciones que tenemos con las personas de nuestro entorno pueden causarnos heridas profundas que pueden marcar nuestra vida. Algunas de esas heridas, como es el caso del abuso sexual, pueden venir del pasado y permanecer mucho tiempo o toda la vida. Aprender cómo sanar esas heridas es importante para poder tener una vida tranquila y más plena. Las heridas emocionales, en muchas ocasiones, son la respuesta a esas situaciones que evitamos afrontar y, de acuerdo con la situación, pueden ser diferentes: heridas de rechazo, de abandono, de traición, de justicia. Durante la infancia, un periodo en que las personas son más vulnerables, surgen gran parte de estas heridas. Algunos factores que resultan determinantes en la aparición de las heridas emocionales son los siguientes: La edad. Entre menor edad, más grave resulta la herida. La gravedad del hecho. Entre más grave sea la situación, más intensa será la herida. La duración en el tiempo. Entre mayor sea el tiempo en que se repita la situación, más profunda será la herida. La vivencia después del trauma. Si se decide comunicar la situación y se halla apoyo en ese proceso, la herida podrá sanarse en un periodo de tiempo menor y las secuelas pueden ser menores. Lo contrario ocurre cuando la persona en lugar de recibir apoyo, recibe recriminaciones y es revictimizada.

8 claves para saber cómo sanar las heridas emocionales

Saber cómo sanar las heridas emocionales no es una tarea sencilla. Muchas veces nos enfocamos en el dolor y no podemos ver con claridad muchas cosas. Hoy quiero compartir contigo algunas claves que pueden ayudarte en este proceso. Evita pensar como víctima. Culpar a otras personas por lo malo que nos ocurre o condicionar nuestra vida a que otras personas nos pidan perdón no nos permitirá tener una vida plena. Tomar el control y la responsabilidad de nuestra vida nos acerca al logro de lo que deseamos. No reprimas tus emociones. Reconocer nuestras emociones y aceptarlas sin juzgarlas es importante para dejarlas fluir y evitar que nos afecten negativamente. Perdona. Muchas veces pensamos que el perdón es un beneficio que les damos a los demás; no obstante, el perdón es el mayor regalo que puedes darte a ti mismo. Enfócate en el presente. Solemos quedarnos pensando mucho tiempo en lo que pasó y en cómo habría sido si hubiéramos actuado diferente. Centrarnos en el presente nos permite disfrutar más de la vida y dejar de alimentar eso que nos causa tanto dolor. Sé consciente de la situación que originó la herida. Uno de los pasos más importantes para sanar una herida emocional es ser consciente del momento que causó la herida. Negar o huir de la situación, no ayudará. Identifica las conductas que causan la herida. Una parte importante del proceso de sanación es ser consciente de que algunas conductas pueden aparecer como mecanismos de defensa, y así mismo es importante interiorizar que ya ese riesgo no existe. Practica la autoaceptación y el autocuidado. Aceptarse a sí mismo y realizar pequeñas acciones que conlleven a un mayor desarrollo personal y crecimiento, es importante para fortalecer virtudes y habilidades, así como para reconfortar el alma. Pide ayuda. Solemos pensar que tenemos la solución para todo lo que se nos presente y que estamos solos con las cargas que debemos asumir. Buscar la ayuda de personas de confianza de nuestro entorno y de un profesional de la salud mental, no solo alivianará nuestras cargas, también nos permitirá tener otra perspectiva y contar con herramientas valiosas. Si indagas, seguramente encontrarás muchos consejos para aprender cómo sanar las heridas emocionales. No olvides que la clave está en que puedas conocerte, aceptarte, amarte y perdonarte. También te puede interesar: ¿Cómo sanar las heridas del alma en la familia?

Una clave para salir de víctima a creadora

En los momentos difíciles, en los que tenemos que lidiar con mucho dolor, solemos tomar el rol de víctimas como un escape, porque necesitamos que las personas se compadezcan de nosotros y compartan esos sentimientos que tú estás teniendo. Pero esta postura no te permite reconocer lo que estás haciendo y que necesitas reconectar con tu poder. Aunque siempre habrá momentos que nos puedan llevar a sentirnos víctimas, es importante que te rodees de personas honestas que puedan ayudarte a percibir cuándo te estás victimizando y que no debes permanecer allí. Hoy quiero invitarte a escuchar mi podcast. Allí podrás encontrar valiosas herramientas para aprender cómo sanar las heridas que por tanto tiempo te han causado dolor y cómo dejar de ser víctima para convertirte en creador.

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