Las diferentes experiencias que afrontamos nos llevan a experimentar diversas emociones, algunas las calificamos como positivas y otras como negativas. No obstante, es importante dejar de lado los juicios y saber cómo controlar las emociones. Aunque no siempre es fácil, con el tiempo se puede aprender a gestionar mejor lo que sentimos y nuestra respuesta ante las situaciones que nos generan estrés.
Generalmente, las emociones que catalogamos como negativas, son aquellas que más se nos dificulta controlar y gestionar y, aunque en ocasiones tengamos la impresión de que no siempre podemos tener el control, desarrollar la inteligencia emocional nos ayudará a lograrlo.