- Actúas sin pensar en las consecuencias de tus actos.
- Generalmente estás a la defensiva.
- Las situaciones estresantes te generan enfado o depresión.
- Tienes dificultades para mantener la concentración por un periodo de tiempo.
- Sueles mostrarte impaciente.
- Cuando tienes alguna necesidad tienes que satisfacerla inmediatamente.
- No logras controlar los sentimientos de ira.
- Tienes tics nerviosos.
- Tiendes a postergar lo que tienes que hacer.
- Tienes tendencia a caer fácilmente en adicciones.
Cuando no tenemos el control de nuestras emociones puede ser que pasemos en minutos de estar felices y eufóricos a estar muy enfadados. Tener la capacidad de regular nuestras emociones y buscar siempre el equilibrio puede marcar la diferencia y conducirnos a la vida que deseamos. Si aún no sabes cómo controlar las emociones, hoy te invito a aprender algunas claves que te ayudarán a gestionarlas de una manera más adecuada.
Puede ser que aún no hayas identificado signos de falta de control emocional y por eso no puedes trabajar para fortalecer habilidades como la inteligencia emocional. Presta atención a las siguientes señales que pueden indicarte que debes trabajar más para saber cómo controlar las emociones: