Aunque podemos experimentar muchos sentimientos en nuestro día a día, a veces no sabemos cómo controlar las emociones y estas pueden desbordarnos y hacernos pasar malos ratos. Sin embargo, no se trata sólo de aprender cómo gestionar lo que sentimos de la mejor forma. También es importante identificar aquello que no debemos hacer.
Por ejemplo, con frecuencia solemos pensar que huir de las emociones que estamos experimentando puede ayudarnos a no sentirlas y dejarlas atrás, pero esta es una falsa creencia que puede llevarnos a experimentar más dolor.
Hoy quiero compartir contigo algunas técnicas que con frecuencia recomendamos o nos recomiendan, pero que poco aportan para una adecuada gestión de nuestras emociones.
¿Qué evitar para controlar las emociones?
Es muy importante tener claro que las emociones no son buenas ni malas, aunque algunas sí resultan menos fáciles de controlar que otras. Encuentra a continuación algunas técnicas poco recomendables cuando de controlar las emociones se trata.
Ignorar las emociones
Puede ser que un momento determinado esto pueda ayudarte, pero a largo plazo, las emociones que solías ignorar pueden tornarse más intensas y causar trastornos de la salud mental como ansiedad o depresión.
Esconder las emociones
Cuando luchamos contra lo que sentimos y ocultamos nuestras emociones, es probable que estas puedan acumularse y explotar de una manera incontrolable. Mejor, aprende formas saludables para expresar tus emociones.
Distraerse de las emociones
Buscar distractores para evitar las emociones que estamos experimentando es sólo una solución temporal. A largo plazo en lugar de ser de ayuda, su efecto puede ser el contrario.
Evitar situaciones desafiantes
Podemos pensar que evadir las situaciones difíciles o estresantes nos ayuda a evitar las emociones que nos resultan incómodas. Lo que realmente debemos aprender es la forma de afrontar adecuadamente las situaciones, en lugar de evitarlas.
Evita la autocrítica excesiva
Ser críticos en exceso con nosotros mismos, puede tener efectos negativos en nuestra vida y nuestra salud mental. Prueba ser amable y compasivo contigo mismo y encontrar en cada error oportunidades de aprendizaje.
Aléjate del consumo de sustancias psicoactivas
Buscar sustancias que nos anestesien para no sentir nuestras emociones resulta una muy mala práctica. No sólo no ayuda a resolver favorablemente los problemas, sino que además le suma a nuestra situación otras complicaciones como la adicción y las enfermedades derivadas de este consumo.
Actuar como si todo estuviera bien
Aunque siempre es aconsejable tener una perspectiva positiva frente a la vida, desconocer las emociones y pretender que todo está bien no hará que estas desaparezcan. Identificar y aceptar las emociones es fundamental para dejarlas ir.
Liberar la tensión por otras vías
¿Alguna vez has escuchado decir que la tensión puede liberarse arrojando o golpeando objetos? Puede ser que esto sirva para liberar algo de tensión, pero potencia las reacciones agresivas cuando experimentamos emociones “negativas”.
Un paso importante en el proceso de controlar las emociones de una manera apropiada es permitirnos sentirlas. Todas aquellas técnicas que nos inviten a ignorarlas o a evadirlas pueden llevarnos a experimentar las sensaciones que calificamos como negativas de una manera más intensa y a tener reacciones menos controladas.
También te puede interesar: ¿Sabes cómo controlar las emociones difíciles? 7 estrategias que te ayudarán
Desarrolla curiosidad frente a tus sentimientos
Como ya lo sabes, ignorar lo que sentimos no es positivo para nuestra salud mental. Hacerte preguntas sobre las emociones que estás experimentando, sobre las situaciones que desencadenan dichas emociones y sobre lo que estás pensando, es fundamental para gestionar de una mejor manera las emociones.
Si quieres aprender más sobre las técnicas que no funcionan para controlar las emociones, te invito a leer mi blog y a escuchar mi podcast. Allí podrás encontrar también herramientas valiosas para reforzar la inteligencia emocional y tomar el control de tu vida.