¿Cómo se puede mejorar la comunicación?
Para mejorar los hábitos de comunicación al interior de la familia es importante que esta sea clara y directa, es decir que el mensaje sea fácil de entender y quede claro a quién está dirigido. Si quieres mejorar la comunicación en familia es importante que tengas presentes las siguientes recomendaciones:- Permanece disponible. Tener aunque sea unos minutos de disponibilidad, sin distracciones, para hablar con los integrantes de la familia se convierte en un buen hábito de comunicación. Esos minutos pueden ser muy valiosos y marcar la diferencia.
- Aprende a escuchar. Escuchar con atención e intentar comprender lo que el otro integrante de la familia intenta decirte, lo hará sentir amado y valorado. Si es necesario, pregunta lo que no sea claro.
- Muestra empatía. Permítele a la otra persona expresar sus sentimientos e intenta comprender la situación. Domina tus sentimientos y evita minimizar o juzgar lo que esa persona está sintiendo y diciendo.
- Sé un buen ejemplo. Utiliza las palabras y los tonos que deseas que los menores del hogar aprendan. No olvides que ellos aprenden a partir del ejemplo.
- Sé claro. Las indicaciones y mensajes deben ser lo más claros posibles.
- Mantén la calma. No te dejes desbordar por la conversación. Aunque sientas que pierdes la paciencia, encuentra maneras de retornar a la calma: respirar profundamente, esperar varios minutos antes de hablar, encontrar las palabras apropiadas u ocuparse solo del presente.
- Elogiar. Demostrar afecto a los otros miembros de la familia los hará sentirse valorados y amados. Encuentra cada día una oportunidad para resaltar los aspectos positivos al interior de la familia.
8 errores que debes evitar
Además de conocer las acciones que pueden mejorar la comunicación en la familia, es importante que identifiques aquellos errores que pueden provocar dificultades en la comunicación. Te recomiendo evitar lo siguiente:- Dar instrucciones muy amplias y poco precisas.
- Insultar o culpar a los demás.
- Gritar o amenazar.
- Mentir o decir verdades a medias.
- Utilizar silencios largos para expresar sentimientos fuertes.
- Pensar que la opinión propia es la única válida.
- Pensar desde el pasado.
- Descalificar y recurrir permanentemente al reproche.