Las nuevas dinámicas han cambiado incluso la forma en que nos relacionamos con las personas de nuestro entorno. En la actualidad, el amor a distancia se ha vuelto más frecuente, entre otras cosas, porque la tecnología ha facilitado las comunicaciones pese a la lejanía.
Aunque pareciera que este tipo de relación no es tan ventajoso, permite reforzar la confianza, disfrutar más las conversaciones por teléfono y estimular el ingenio para poder sorprender a la otra persona.
No obstante, mantener una relación a distancia no resulta fácil, implica mayores retos que una relación convencional porque la posibilidad de compartir tiempo de calidad resulta más limitada y poco frecuente, lo cual puede dificultar mantener el interés en la otra persona por un periodo de tiempo prolongado y si no se maneja adecuadamente, también puede debilitar la confianza.