
Como ya es bien sabido, cuando hablamos de salud no nos referimos sólo a tener nuestros huesos, músculos y órganos en perfecto estado. También tiene que ver con nuestra mente y nuestro espíritu. La salud espiritual es algo importante a lo que debes prestar atención, y más allá de estar relacionada con tus creencias o la religión que decidas profesar, se refiere a la búsqueda de sentido en la vida.
Del mismo modo en que tenemos unas necesidades físicas como la de alimento, por ejemplo, tenemos unas necesidades espirituales a las que debemos dar respuesta. Cuando logramos tener respuestas adecuadas para esas preguntas que rondan nuestra mente en torno a nuestro propósito de vida, o hacia dónde nos dirigimos, podemos experimentar paz, plenitud y esperanza para afrontar los momentos de oscuridad.