Es muy común que demos mayor credibilidad a la razón y busquemos basar nuestras decisiones en hechos científicamente comprobados. Pero, seguramente te ha pasado que en ocasiones prefieres confiar en tu intuición al momento de tomar decisiones y no te has equivocado.
Aunque algunos podrían pensar que confiar en tu intuición es un acto impulsivo que puede llevarte a decisiones equivocadas, la intuición es una herramienta valiosa que en muchas ocasiones puede salvarte de algunos riesgos. Aunque no tengas una justificación para lo que estás sintiendo, la intuición te lleva a tener una certeza que resulta muy difícil de explicar desde lo racional.
Sin necesidad de ir en contra de lo racional, confiar en tu intuición y tener la valentía de seguir lo que ella te dicta, es una buena forma de reforzar esta habilidad. Además, si partes de lo que intuyes y revisas tus decisiones desde lo racional, es probable que puedas encontrar una fórmula valiosa para tomar decisiones más acertadas.