
Una relación muy importante en la familia y que, generalmente es para toda la vida, es la relación entre hermanos. Los padres están llamados a propiciar que este vínculo sea positivo y que las probabilidades de que se lleven mejor sean cada vez más altas.
En muchas ocasiones la relación entre hermanos es armoniosa y se crea una conexión fuerte, pese a que se presenten desacuerdos. En otros casos, por el contrario, los desacuerdos dan origen a rivalidades que se perpetúan y pueden llegar a causar un gran daño en los lazos familiares.
A veces sin darse cuenta, los padres pueden acentuar las diferencias entre hermanos y afectar su relación tanto en el presente como en el futuro. Pero si cada uno de los padres aprende a reconocer las características y necesidades de cada uno y a potenciar en cada uno lo mejor de ellxs, seguramente esa relación va a ser duradera y va a estar basada en el amor, la bondad y el apoyo mutuo.