Muchas investigaciones han comprobado la importancia del ejercicio para mantener la salud física y mental, así como el bienestar en general. No obstante, la prioridad que le damos a las tareas que realizamos, o el hecho de que no nos guste mucho el ejercicio físico, nos lleva a sentirnos cómodos con un estilo de vida sedentario. Hoy quiero que conozcas algunas estrategias que puedes poner en práctica para acrecentar la motivación personal para hacer ejercicio.
¿Has notado que antepones muchos deberes antes de decidirte a realizar actividad física y que en muchos casos ni siquiera eres tú quien decide hacerlo, sino que suele ser una condición física o diagnóstico médico el que lo determina? No esperes a que una enfermedad o el elevado factor de riesgo a sufrir algún padecimiento sea lo que te lleve a ejercitarte.
Si dejas de ver el ejercicio como una obligación, eliges una actividad que te agrade y de manera consciente destinas parte de tu tiempo a moverte, la actividad física se podrá convertir en parte importante de tu rutina diaria y en un acto de amor propio que mejorará tu calidad de vida.
¿Cómo incrementar la motivación personal para entrenar?
Como ya te lo mencionaba, un factor clave para sentirte motivadx con respecto a la práctica de actividad física es encontrar una alternativa que te genere gozo y disfrute. Hoy quiero compartir contigo algunas estrategias que te ayudarán a conectar con la actividad física y el cuidado de tu templo.
No lo pienses demasiado
Cuando estás por hacer algo y no estás lo suficientemente motivado, entre más lo pienses, serán más las excusas que hallarás para evitarlo. Deja de lado el clima, si te gusta o no la ropa deportiva, pensar en que no te gusta sudar, si es muy tarde o muy temprano, entre otras miles de excusas que pueden surgir y decídete a moverte. Por ejemplo, muchas veces el cansancio de la jornada laboral suele ser una justificación para evitar tu entrenamiento, pero si pruebas te darás cuenta de que pese al cansancio, el ejercicio te ayuda a desconectarte del estrés, relajarte de las tensiones y a renovar tu energía.
Elige una actividad que disfrutes
Forzarte a realizar una actividad física pese a que no te agrade no va a generarte buenos resultados por más que lo intentes. Elige una actividad física con la que te sientas cómodx, en la que sientas que el tiempo pasa volando y no que sufres cada minuto. Entre más te guste la actividad que realices, más motivado te sentirás a ser consistente.
Visualiza tu futuro sin actividad física
Al pensar en cómo será tu vida en unos años si no te decides a practicar actividad física, puedes hallar esa dosis de motivación que tal vez te esté haciendo falta. Nadie quiere enfrentar un panorama de obesidad, enfermedad y limitaciones en el futuro.
Fíjate metas realistas
Pensar que de un día a otro puedes convertirte en un deportista de alto rendimiento no sólo puede causarte frustración, también lesiones graves. Si apenas integras el ejercicio físico a tu vida es importante que vayas avanzando al paso y no esperes resultados milagrosos en poco tiempo.
Encuentra un compañero
Para muchas personas entrenar solas resulta tedioso. Si puedes hallar en tu entorno cercano una persona con la que compartas el interés por cuidar del cuerpo, el disfrute de una actividad física y la disposición para planear y ejecutar las sesiones de entrenamiento, podrás ver cómo aumenta su motivación personal.
Sé consciente de tus progresos
Darte cuenta de los pequeños logros que alcanzas en cada sesión de ejercicio puede ser muy valioso para mantener e incrementar la motivación personal. Muchas veces no prestamos atención a esos avances que con el tiempo nos llevan a alcanzar logros que no pensábamos que estaban a nuestro alcance.
Recompénsate por tus logros
En muchas actividades vemos cómo aumenta nuestra motivación personal cuando recibimos pequeñas recompensas. En este caso no tiene por qué haber una excepción. Cada vez que alcances un pequeño logro, premia tu esfuerzo y dedicación.
Genera un ambiente propicio
Además de planear la rutina de entrenamiento y elegir los ejercicios que más te ayudarán para alcanzar tus objetivos, es importante que el espacio que elijas sea el más agradable para ti. Considera las características de acuerdo con la actividad que vayas a realizar y piensa si prefieres ir a un gimnasio, adecuar un espacio de tu casa en el que te sientas más cómodo o si disfrutas más ejercitarte al aire libre.
Elige el momento más adecuado
Puede ser que hayas escuchado alguna vez que la actividad física en la mañana te ayuda a sentirte más enérgicx durante el día o que en la noche te permite una desconexión de tus actividades laborales y te ayuda a descansar mejor. Ambas afirmaciones pueden ser reales porque cada persona es diferente. Explora en qué momento del día te sientes más motivado y establece el horario más adecuado para ti.
Apóyate en un entrenador personal
Si apenas te estás acercando a la actividad deportiva y no conoces de rutinas, ni sabes cómo establecer tus objetivos de entrenamiento, un entrenador personal puede ser esa guía que necesitas, además de que también puede ayudarte a maximizar la motivación personal.
Son muchísimas las estrategias que puedes implementar para elevar tu motivación personal a la hora de ejercitarte. Deja de ver el deporte como una obligación y haz de tu sesión de entrenamiento el momento más divertido del día.
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¿Cómo restaurar tu energía?
Nosotros tenemos el poder de decidir sobre la energía que tenemos y que imprimimos en las actividades que realizamos cada momento. Así mismo, tenemos la oportunidad de elegir el tipo de energía que queremos guardar en nuestro corazón: positiva o negativa.
Hoy quiero que sepas que tú puedes liberarte de las emociones que oscurecen tu alma. Nadie más va a tomar esa decisión por ti. Concéntrate en tus deseos.
Si quieres aprender a identificar lo que hay en tu corazón y decidir cuál es la energía que quieres que esté en ti, te invito a escuchar mi podcast. Así mismo, quiero recordarte que en mi libro #YoDigoNoMas puedes encontrar valiosas herramientas para reconectar con tu energía y el cuidado de tu cuerpo.
